CONJUGANDO TRADICIÓN... Don Leco, boyero maestro.
Conjugando tradición… Boyero don Leco Rojas Jiménez
“Una buena yunta costaba unos 4.500 colones, había que ir al Banco Anglo y sacar un préstamo”
El maestro boyero don Leco Rojas Jiménez, un hombre de Tuetal Norte de Alajuela, está escribiendo la página número 87 en su librode vida. Recuerda aquellos tiempos de juventud y sus historias con bueyes entrecafetales y trapiches están a flor de piel…
Los tiempos de trabajo con carretas y bueyes siguen presentes en su libro de recuerdos, nos contó de esa famosa yunta que compró con el crédito bancario y de los 500 colones que debía pagar por mes… “Había meses que no tenía la plata y había que hacerle frente… un perito del banco venía cada cierto tiempo para ver cómo estaban los bueyes y mientras uno los debía al banco, le ponían un fierro caliente con la marca y eso significaba que todavía eran propiedad del banco.”
Don Leco sabe conjugar su experiencia hoy convertida ensabiduría… toma sus saberes de la tradición adquiridos en tiempo pasado y los conjuga con tiempo presente… cambia el verbo de “yo aprendí” a “yo enseño” y “usted aprende”… tiene años de contar con un estudiante llamado Teco Castillo Masís…muchos años de compartir aprendizajes e intercambio de saberes… este nuevo boyero se matriculó en lo que disfruta y ama…
“Una buena carreta, de esas pintadas en aquellos años la vendían en unos 450 colones” sigue dialogando don Leco… “Trabajé con bueyes desde los siete años… jalando café en fruto desde los cafetales hasta entregarlo en los recibidores… uno y otro viaje sacando café… otros días había que jalar las cargas de caña de azúcar, dependiendo de cada camino así era la carga… eran caminos llenos de barro y con muchas pendientes”… los diálogos continúan y don Leco sigue rebuscando en su biblioteca de recuerdos. Disfruta ver la yunta de los Pizotes, yunta de Teco Castillo, sabiendo que visitaría a uno de sus maestros, Teco decidió llevar su yunta y que don Leco la disfrutara…
“Esta era una comunidad llena de trapiches, recuerdo el trapiche de los Fallas, ahí se trabajaba a dos turnos, solamente los domingos no se trabajaba moliendo, pero había semanas que cada día se sacaban unas 1.200tapas de dulce por día… se cargaban las carretas y nos íbamos para los días de mercado del dulce en el centro de Alajuela… cuando nos iba bien, la tamuga se vendía a colón y un día malo la pagaban a cincuenta céntimos la tamuga. Al boyero por dar el servicio de transporte se le pagaba a 35 céntimos la tamuga entregada y de primera calidad”…
Don Leco conjuga boyeo y tradición en futuro… conjuga en tiempo futuro por medio de su estudiante… Teco recibe de don Leco los saberes del arte del boyeo y entre los dos manejan los tres tiempos… pasado, presente y futuro… buscan que los saberes no se los lleve el viento… los saberes de don Leco han caído en buena tierra… están echando raíces y dan buen fruto…
Entre ambos aplican aquello de “yo aprendo… yo disfruto… yo enseño… yo comparto”… en los ojos del nuevo boyero se logra ver el aprecio y respeto por el maestro boyero… Teco sabe de su gran desafío y responsabilidad, es el último boyero activo en su comunidad…
Este maestro boyero que aprendió en el pasado, lo comparte en el presente y se garantiza el futuro… eso que llamamos sabiduría… gracias don Leco, gracias Teco…