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29/11/2021

Don Fernando Alpízar Chaverri... manos creativas

La fecha del 28 de noviembre convocó a distintos vecinos de Sarchí y a parte de las autoridades de la comunidad, deseaban rendir tributo a distintos boyeros del país, como también a algunos de sus decoradores, ornamentadores o pintoresde las carretas al estilo Sarchí. Todo esto en el marco de la Proclama de laUNESCO al declarar como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de laHumanidad a la carreta, boyeros, yuntas y todos sus saberes. Era una excelente oportunidad para recordar y celebrar el 16° aniversario de dicha Proclama... la gente se hizo presente en el parque y la agenda anunciaba que la actividad estaría muy variada y especial.

Don Rogelio Barrantes se acercó donde yo estaba sentado y me invitó a conocer uno de esos hombres que dedicó su vida a la decoración de la carreta al estilo Sarchí, caminamos unos pocos metros y me presentó a don Fernando Alpízar Chaverri, esos dos apellidos que no necesitan presentación y que su creatividad traspasó las fronteras de Tiquicia. Les comparto un extracto de ese breve, perosignificativo diálogo con el abuelo don Fernando.

"Desde muy chico ya trabajaba, incluso cuando me graduaba de 6° de la escuela, mi papá me dijo -"Le tengo un regalito para su graduación"-yo todo alegre esperaba que terminara la actividad en la escuela y correr a casa para ver cuál era el regalo que mi papá me había prometido... llegué a casa y el regalo de graduación fue una pala, una lima y algo más. A la semana siguiente ya estaba trabajando en el cafetal haciendo huecos de tres por tres varas y de profundidad otras tres varas más... era tierra colorada muy dura para trabajar y pronto mis manos se resintieron con este trabajo y todo el día al sol preparando el terreno para sembrar las nuevas plantas del cafetal... yo era un güila de apenas 12 años."

El diálogo en el parque de Sarchí continuó con aquel hombre de cabellos de plata "En mi primer trabajo me pagaban 2 colones por semana y mi mamá me compró una alcancía para que empezara a ahorrar. Ese trabajo en el campo era muy duro, por lo tanto, me fui a conversar con mis tíos de la Fábrica Chaverriy les pedí trabajo... al principio me tocaba lavar y alistar las carretas, algunas eran para pintar y otras para reparaciones en el taller... con eltiempo me enseñaron a preparar las carretas con la pintura base. Como yo era aprendiz poco a poco le enseñaban de todo un poco. Luego me dieron la oportunidad de tomar el pincel y empezar con la decoración, prácticamente desde mis 14 años hasta los 76 me dediqué a pintar carretas."

Nos cuenta don Fernando más de su vida... "Luego ya no ganaba los dos colones por semana, sino que empecé a ganar cinco colones por semana, y eso era plata en aquellos años... recuerdo que la primera carreta que me compré me costó cincuenta colones y unos años después me compré un pilón en Atenas que ya tenía sus años, este me costó en ese tiempo unos 12 colones, todavía lo tengo en mi casa, ya debe tener más de cien años y está entero entero. Seguí toda mi vida trabajando en la fábrica de mis tíos, ahí aprendí todo lo de la pintura de las carretas... ya hace unos años me retiré, quería estar un tiempillo de vago(se ríe)..."

Nuestro diálogo tenía que terminar, ya que la actividad estaba por iniciaren el parque y don Fernando era uno de los invitados especiales para recibir el reconocimiento de la comunidad y de las autoridades municipales, Ministerio de Cultura y Juventud, ICT, Desdino Sarchí y otras personas que deseaban estrechar la mano del abuelo Alpízar Chaverri. Quedamos en volver a Sarchí y continuar el diálogo.

Que lindos estos espacios y tiempos que nos regala la vida y podernos topar con Tiquicia.

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